De la Continuidad del Negocio a la Gestión de la Resilencia.
ISO 22301: Gestión de la Resilencia

Los requisitos empresariales en constante evolución han impulsado el cambio en las soluciones de recuperación temprana aplicadas mayormente al sector tecnológico y de TI, donde nos movemos en entornos de días o semanas y de aplicaciones de funcionamiento continuo. Hemos sido testigos de cómo la Recuperación de desastres dio paso a la Gestión de la Continuidad del Negocio (GCN) y de cómo actualmente se están cambiando los términos y la filosofía para abordar este problema y así confluir en la CAPACIDAD DE RECUPERACION de las Organizaciones denominada también RESILENCIA ORGANIZACIONAL O EMPRESARIAL.
HACIA LA FLEXIBILIDAD EMPRESARIAL
En este esquema nos planteamos la creación de infraestructuras para la administración simultanea de aspectos tales como
- Disponibilidad técnica
- Sistemas de Recuperación
- Sistemas de Seguridad
La convergencia de estas técnicas en un entorno altamente seguro impone a las empresas un método de Gestión global de todos los elementos complejos y en proporción con el nivel de servicio demandado por el negocio.
Para lograr este objetivo, muchas empresas están desarrollando, programas de funciones cruzadas para mantener la continuidad de las operaciones y la accesibilidad a los datos críticos de negocio, incluyendo la gestión y la predicción de los costes involucrados para alcanzar y mantener la alta disponibilidad del Negocio.
La Marca comercial de une empresa resilente consiste en la capacidad de combinar soluciones que integran los procesos más críticos de su negocio y las aplicaciones con el más alto nivel de protección con aplicaciones menos críticas en las que se aplican soluciones menos restrictivas.
En resumen, la Gestión de la Capacidad de Recuperación del negocio es la gestión integral de procesos para ayudar a identificar los riesgos potenciales con base en los impactos que amenazan una organización.
Uno de los aspectos más críticos para la capacidad de recuperación de negocios es desarrollar un programa BRM fuerte que permita a las organizaciones a adaptarse más rápidamente y responder a los riesgos y oportunidades a fin de mantener la continuidad de las operaciones comerciales a la vez de convertirse en un impulsor del crecimiento y confiabilidad empresarial.